La importancia del movimiento en la salud cerebral: Hacia un envejecimiento resiliente

Movimiento

En un mundo donde la esperanza de vida sigue en aumento, asegurar una vejez saludable se ha convertido en un desafío prioritario. En las últimas décadas, la longevidad ha experimentado un notable incremento a nivel global. Sin embargo, este envejecimiento de la población ha traído consigo un aumento en la prevalencia de enfermedades neurodegenerativas y demencias.

Chile, con una esperanza de vida promedio de 80 años, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), enfrenta un desafío creciente en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.

Este escenario subraya dos aspectos fundamentales en los cuales focalizarse:

1) Prevención: si aspiramos a vivir 100 años, debemos prepararnos adecuadamente en trabajar en la prevención del deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas; y

2) Detección: es fundamental identificar los signos precoces de deterioro cognitivo y tratarlos a tiempo.

El deterioro cognitivo leve (DCL) en personas mayores de 65 años tiende a incrementarse con la edad, y en algunos casos puede ser un estadio preliminar de la demencia.

Desde esta perspectiva, la actividad física se presenta como un factor clave para proteger la salud cerebral y mantener la función cognitiva en los adultos mayores. Estudios recientes han demostrado que la práctica regular de ejercicio puede contribuir a reducir significativamente el riesgo de deterioro cognitivo, resaltando así la importancia de mantenerse activo a lo largo de la vida. 

Un estudio reciente reportado por Harvard Health señala que el ejercicio moderado practicado de forma regular tiene el potencial de incrementar el tamaño de áreas específicas del cerebro, lo que fortalecería la reserva cerebral.

El mismo estudio observa mejoras en funciones cognitivas clave, como la memoria y la atención, en tan solo seis meses (Harvard Health, 2023).

Envejecimiento Resiliente

La epigenética intenta responder preguntas clave sobre el envejecimiento: ¿Por qué algunas personas envejecen de manera saludable mientras que otras no? ¿Es posible envejecer con salud y plenitud? Podría existir una tercera categoría: el “envejecimiento resiliente”, es decir, personas que enfrentan la vejez con fortaleza y capacidad adaptativa. 

Adultos que superan el proceso natural de envejecer con salud física y mental, conservando las funciones cognitivas y la funcionalidad del aparato músculo esquelético. Se convierten en mayores y en modelos a seguir para las generaciones más jóvenes.

Sin embargo, para lograr este envejecimiento resiliente; es esencial romper el paradigma de la vejez vista como un periodo de declive inevitable, enfermedad y decrepitud. Se requiere un cambio de actitud hacia una percepción más esperanzadora, donde “el tercer tramo de la vida” sea considerado una fase de síntesis, reflexión y valoración de todo lo vivido; una etapa en la que la sabiduría y la contribución a la sociedad sean los elementos centrales.

No obstante, para alcanzar este objetivo es necesario fomentar desde una edad temprana la educación y la preparación consciente orientadas a consolidar hábitos saludables, controlar las emociones y promover la reserva cognitiva a lo largo de la vida. 

El movimiento adquiere gran relevancia en el envejecimiento resiliente, siendo un motor que impulsa la salud física, mental y cognitiva. El envejecimiento resiliente no es solo una problemática individual; sino una responsabilidad colectiva de la sociedad, que debe ser apoyada por políticas públicas en educación y salud, además de esfuerzos comunitarios.

Movimiento y Cognición

El movimiento es la primera manifestación de la inteligencia (Marina, 1993). Un movimiento inteligente transfiguró a un animal en un “animal fantástico”: el Homo sapiens.

Metafóricamente, el movimiento actúa como un fertilizante para el cerebro: abona el terreno mental, genera transformaciones potenciando el florecimiento cognitivo. Es probable que en el movimiento se encuentre el secreto de la salud y del envejecer resiliente y, por lo tanto, sea un factor clave para evitar el declive de las capacidades no solo físicas, sino cognitivas y mentales.

El movimiento y la cognición están profundamente vinculados. El lóbulo frontal, responsable de funciones cognitivas superiores como la atención, la memoria de trabajo y el lenguaje, también desempeña un rol fundamental en la planificación y ejecución del movimiento. La interacción entre las cortezas motora y prefrontal es esencial para coordinar tanto las acciones físicas como los procesos cognitivos. 

Numerosos estudios han demostrado que la actividad física regular, especialmente el ejercicio aeróbico, conlleva múltiples beneficios para la salud cerebral. Entre estos se incluyen la mejora de la neuroplasticidad, el aumento de la neurogénesis y la producción de BDNF (Factor Neurotrófico Derivado del Cerebro), que promueve la supervivencia y el crecimiento de las neuronas.

Entrenamiento Cognitivo en Movimiento (ECEM)

El Entrenamiento Cognitivo en Movimiento (ECEM) es un enfoque innovador que se inserta en el contexto del “envejecimiento resiliente”. Es un método progresivo de entrenamiento que integra secuencias de ejercicios y tareas cognitivas que se realizan simultáneamente. La integración entre cognición y movimiento ofrece un doble beneficio: mejora la salud cerebral, previniendo el deterioro cognitivo, y potencia la funcionalidad del sistema músculo-esquelético.

En el ámbito físico, el ECEM se enfoca en entrenar factores como el equilibrio, la flexibilidad, la movilidad, el control del centro del cuerpo y la respiración consciente, lo que contribuye a impulsar una vida activa y saludable. Este entrenamiento ayuda a preservar la marcha, reducir el riesgo de caídas y lesiones, y mantener la independencia durante toda la vida.

Beneficios Cerebrales:

 

1. Plasticidad cerebral:

Los ejercicios del ECEM, como aquellos que combinan desplazamientos con cálculos matemáticos o ejercicios de memoria en movimiento, fomentan la neuroplasticidad. Este tipo de actividades, que requieren esfuerzo mental y físico simultáneos, son ideales para fortalecer las conexiones neuronales y la adaptación
cerebral.

2. Integración de múltiples sistemas:

La práctica de equilibrio consciente genera activación neuronal en la corteza motora, el cerebelo y las áreas prefrontales. El equilibrio compromete múltiples sistemas sensoriales (visual, vestibular y somatosensorial) y requiere una coordinación precisa del cuerpo. Los ejercicios de equilibrio pueden mejorar la función ejecutiva y la memoria de trabajo al exigir una atención selectiva y una rápida toma de decisiones para mantener la estabilidad.

Beneficios Cognitivos:

 

1. Percepción espacial:

Los ejercicios de orientación y desplazamientos en patrones geométricos (zigzags, espiral de Fibonacci, cinta de Möebius) requieren alta concentración y percepción espacial. Este tipo de ejercicio proporciona una rica estimulación sensorial y cognitiva; el cerebro es sometido a una adaptación constante, de nuevas figuras y secuencias, con lo que se potencia y mejora la percepción visuo-temporo-espacial y la atención en general.

2. Atención:

El entrenamiento de movimientos y tareas cognitivas simultáneas, es particularmente eficaz para fortalecer dos tipos de atención: alternante y dividida. El cerebro debe manejar múltiples fuentes de información, alternando o dividiendo la atención según la naturaleza del ejercicio, lo que fortalece las redes neuronales implicadas en la atención y la memoria de trabajo.

3. Memoria:

    • Memoria Procedimental: Los movimientos específicos y secuenciales son determinantes para la adquisición de habilidades motoras y entrenan la memoria de procedimientos.

    • Memoria Declarativa: El enfoque dual de ejercitar la fluidez del lenguaje ligada al movimiento es especialmente efectivo para el entrenamiento global de la memoria.

    • Memoria de Trabajo: La necesidad de mantener y manipular información sobre patrones y secuencias de movimiento mientras se realizan con otras tareas cognitivas que implican el lenguaje o cálculo matemático, es una excelente manera de ejercitar la memoria de trabajo.

4. Salud mental:

La respiración consciente es una práctica central en el ECEM. El control y la observación de la respiración son técnicas que contribuyen a la regulación emocional y al mejoramiento del rendimiento cognitivo. Está documentado que la respiración consciente reduce el estrés y la ansiedad, factores esenciales para mantener una salud mental en óptimas condiciones.

5. Creatividad:

La variedad de ejercicios y patrones de movimiento que presenta el ECEM requiere que el cerebro se adapte constantemente a nuevas situaciones, lo que desafía la flexibilidad cognitiva, estimula el pensamiento divergente y la creatividad. Los estudios sugieren que el movimiento promueve una mente más abierta y contribuye a liberar la inteligencia creadora.

Conclusión:

El ECEM es un programa integral de entrenamiento que propone el concepto de “envejecimiento resiliente” mediante un abordaje de la salud cognitiva desde la perspectiva del movimiento. La combinación de movimiento, equilibrio, respiración consciente y tareas cognitivas ofrece un enfoque integral con beneficios potenciales tanto para la prevención del deterioro cognitivo como para la rehabilitación cognitiva en pacientes con DCL.

Además, ofrece el beneficio adicional de preservar la funcionalidad física en general. Adoptar prácticas como el ECEM puede hacer una diferencia radical no solo en la calidad de vida sino en la forma de envejecer. Incorporar el movimiento en la vida cotidiana optimiza la función cerebral, promueve la salud mental, fortalece el cuerpo y eleva el espíritu.

Marisol Hume Eriksson. Entrenadora Mental / Bailarina /Maestra de Danza/ Profesora de Yoga. Directora del Centro Movimiento Integrador: Movin Hume Spa.

Datos de contacto del Centro Movin Hume Spa:
Teléfono: +56 9 9078 9637
Correo: [email protected]
Sitio Web: https://www.movinhume.com

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