Dra. María Isabel Parada*
El corazón a lo largo de la historia:
El corazón, desde tiempos antiguos, ha tenido una mención y consideración real y auténtica y con razón, a través de la historia, tanto científicos como míticos le asignan una función muy especial.
Por lo pronto quiero contarles de la simbología del corazón, pues es interesante y nos impulsa a cuidarlo más.
El corazón es el motor de la vida, así que tanto estudiosos como charlatanes, en laboratorios y los refranes populares le colocaron cualidades muy significativas y hasta mágicas. Así, la humanidad, desde tiempo inmemorial y hasta nuestros días, ha considerado al corazón como el asiento de nuestras emociones, del valor, del espíritu, del amor y el odio.
Para los antiguos egipcios el corazón estaba representado por dos signos jeroglíficos: Uno que significa lo físico y lo moral y el otro que representa las ideas del bien y del mal. De hecho, para ellos hay corazón de los vivos, de los muertos y de los dioses.
Del corazón de los vivos se expresaba que es el órgano de la vida física y a la vez de la vida espiritual, del deseo, del amor, de la alegría, de la tristeza. El lugar de los sentimientos y desde donde surge el carácter, la sabiduría y el pensamiento.
Estas ideas se encuentran en las pirámides antiguas y allí quedaron hasta la época romana.
Una Inscripción dice: “El corazón del hombre es su propio Dios, mi corazón está satisfecho de lo que dice cuando Él está en mi cuerpo, que yo sea entonces como un Dios” (citado por Doresse, 1970).
En cambio, el corazón de los muertos jugaba un papel decisivo en el último juicio de su alma. En un platillo de una balanza se colocaba, como contrapeso, una estatuilla de la diosa Maat, diosa de la verdad y la justicia; Sobre el otro platillo se colocaba el corazón del difunto. La teoría era que todo lo que el hombre hiciera durante su vida, esto aumentaba o disminuía el peso de ese corazón. Si el juicio favoreciera al difunto, se hablaba de una existencia divina posterior.
En el caso de los Dioses el corazón es superior al de todos los humanos sin discusión.
Todas estas funciones abstractas, numerosas y vagas atribuidas al corazón se transmitieron en la Edad Media, a través de los viejos papiros funerarios. En la ciencia griega en la época de Homero, se consideraba al diafragma y a los órganos circundantes, especialmente al corazón, como el sustrato de los sentimientos y las pasiones, precisamente porque se perciben en el medio del pecho.
Con Aristóteles, filósofo y científico griego, (384 antes de Cristo) ya se modifica el punto de vista científico y los conocimientos sobre el sustrato de la vida psíquica, quedan formalmente negadas por él. Según este filosofo los sentidos de vista, oído, olfato, gusto y tacto se dirigían al corazón y el cerebro era insensible y sin sensaciones.
Esto hizo que Galeno, (129 años después de Cristo), médico y filósofo griego del Imperio romano, reaccionara con vigor a estas opiniones de Aristóteles y negara que los sentidos tuvieran que ver con el corazón y le otorgó al cerebro un papel activo.
Con Descartes, (1596- 1650) se inaugura una época en el pensamiento filosófico con el racionalismo, él expresaba que el Yo Pienso es el alma, el Ser Infinito es Dios y la Realidad externa es el mundo. Sus ideas claras no admiten al corazón como el centro de las pasiones.
Claude Bernard, fisiólogo francés (1813-1878) expresó: “No hay enfermedades sino enfermos” para referirse a la particularidad de cada paciente. Para reconciliar y armonizar las antiguas concepciones del corazón expresa: El corazón es el órgano más sensible de la vida vegetativa y es el que recibe la influencia del sistema nervioso central. Una concepción más contemporánea del simbolismo del corazón es resumida por Cirlot (1968):
“En la doctrina tradicional, el corazón es el verdadero asiento de la inteligencia, siendo el cerebro un instrumento de realización, por ello el cerebro corresponde la luna y el corazón el sol, que demuestra la profundidad de los conceptos y su persistencia. En los emblemas, el corazón significa el amor como centro de ilusión y felicidad, por lo cual aparece rematado por llamas, una cruz, la flor de lis o una corona”.
Estas expresiones y símbolos nos recuerdan repetidamente al corazón y contribuyen a nuestra particular vigilancia y conciencia del corazón. Lo que sí está claro es que la vida depende de la capacidad que el corazón tiene de llevar a cabo tus funciones, de manera óptima.
El Corazón y las Emociones
Es necesario entender que el corazón es sensible para resistir las emociones fuertes, las crisis y situaciones adversas pues no las procesa bien. Igualmente, las exigencias continuas, excesos de trabajo, angustias, pesares pasan desapercibidas para la mente, pero no para el corazón. Si queremos cuidar al corazón debemos aprender muchas herramientas que nos ayuden a equilibrar las emociones y regular la salud integral.
Si el corazón ya tuvo un impacto y presentó alguna enfermedad cardiaca, es fundamental saber que el corazón se rehabilita, que puede volver a tener un funcionamiento óptimo si recibe un tratamiento, no solo farmacológico, sino que, al modificar el estilo de vida anterior, que seguro estaba equivocado y establece, por el resto de la vida, una forma de asumirla y conducirla al bienestar corporal, psicológico, social-familiar y espiritual se regenerará completamente.
José Luis Vethencourt, psiquiatra venezolano, (1924-2008), publicó un Ensayo en 1977 Titulado, “Lo Psicológico en la Enfermedad” que expresaba que cualquier emoción, no resuelta, puede traer tensión o estrés y seguramente causa sufrimiento, este se acompaña de excitabilidad emocional y puede afectar al cuerpo y por ende, al corazón.
Lo explicaba de esta forma: La Emoción es un estado afectivo, agudo caracterizado por la concomitancia de cambios subjetivos y manifestaciones.
Tiene dos versiones: las que acompaña a la actividad y las que conllevan a estados de pasividad. El autor estudiaba este fenómeno para explicar cómo, en ocasiones, las enfermedades psicosomáticas son producto de una alteración de la homeóstasis, que es la tendencia a resistir cambios con el fin de mantener un ambiente interno estable y constante.
Es una forma de equilibrio dinámico que se hace posible gracias a una red de sistemas de control realimentados, que constituyen los mecanismos de autorregulación de los seres vivos.
Factores de riesgo para el corazón
Entre los factores de riesgo que se presentan en las enfermedades cardiovasculares relacionadas con la salud emocional está justamente los niveles de estrés mal manejados. (Asociación Americana del corazón). La tensión y los patrones de conducta que producen tensión acarrea que los sistemas hormonales del cuerpo actúan acelerando la velocidad de los latidos del corazón e incrementan la presión sanguínea preparando al cuerpo para correr, pelear o huir.
El Estrés crónico, según numerosas investigaciones con grandes poblaciones, vivido en el matrimonio, en el trabajo o en la sociedad, que duran más de dos años comprometen, no solo enfermedades físicas, sino también metales como la depresión, sobre todo los sucesos incontrolables contribuyen al riesgo de una enfermedad coronaria.
Otra investigación de Wirs, 2003, relaciona las enfermedades cardiovasculares con la Fatiga Vital, definida como sensación de abatimiento, frustraciones, decepciones, soledades, irrealizaciones, que predicen la probabilidad de infarto miocárdico.
Rasgos de personalidad que perjudican al corazón
Friedman y Rosenman, 1988, descubren una forma secundaria de tensión que son los rasgos de personalidad predominantes en los enfermos del corazón y por ello hay que superarlos.
Estas características de personalidad que debe combatirse son: Lucha constante de logros, prisas y puntualidad excesiva, gran tendencia a la competencia, incluso en los juegos, exceso de responsabilidad, sin delegar funciones o tareas a otros, tensión muscular continua sin capacidad de relajarse o de reflexionar y la ira fácil, las personas que las llamamos ‘fosforito’ que se prende rápido.
Es decir que, el experimentar tensión no es únicamente producto de los eventos externos sino de la manera como estas personalidades los interpretan.
Para estos autores los hábitos sociales, sus alteraciones emocionales y patrones de conducta están ligados a las enfermedades cardiovasculares. El estrés psicológico desencadena una serie de respuestas de alerta al organismo (producciones de cortisol, aumento de presión arterial y la frecuencia cardiaca).
Cuando estas respuestas se prologan en el tiempo generan daños en el organismo. Afirman que las personalidades hostiles tienen mayor probabilidad de desarrollar arterioesclerosis (endurecimiento y rigidez de las paredes de los vasos sanguíneos), las personas que se reprimen la ira desarrollan hipertensión y el estrés emocional lo asocian a mayor probabilidad de arritmia.
Estas maneras de asumir la vida producen cambios fisiológicos que aumenta la cantidad de trabajo exigido al corazón.
Eventos significativos en la vida
Lazarus y Folkman, (1986) luego de largas investigaciones aseguraban que existen eventos muy significativos en la vida, que generalmente son previos al infarto al miocardio, por el impacto emocional que ocasionan, estos son: (Psicología, Edit. El Caribe Vol. 30 No 1, 2013).
- Muerte de familiares
- Problemas o conflictos familiares
- Problemas laborales (despidos, fracasos económicos).
- Padre, madre o hijo con invalidez o incapacidades.
- Atracos y robos con violencia.
- Situaciones adversas, catastróficas, desatraes naturales o provocados.
¿Cómo cuidar tu corazón?
Para mantenerse sanos y el corazón potenciado, lo mejor que se puede hacer es lograr alinear la salud mental, el bienestar y la calidad de vida y cumplir con las conductas adecuadas, con nutrición sana, normas de higiene al sueño, más las prácticas de relajación, de meditación y respiración profunda.
Diariamente hay que realizar caminatas al aire libre y combinadas con recreación y naturaleza potencian la salud y al corazón. Practicar hobbies y compartir con amigos. Desarrollar valores espirituales, tales como la empatía, la generosidad y la oración siempre ayudan a las condiciones de salud general.
Perdonar y reconciliarse también generan calma y tranquilidad interna.
El corazón se mantendrá sano si se desarrollan distintas formas de abordar las situaciones difíciles y adversas lo mejor posible, sean estas individuales y/o familiares, tratar de asumir una actitud resiliente y equilibrada para superar las situaciones que acarrean cualquier estrés psicológico.
Las mejores técnicas de control del estrés incluyen aprender a relajarse utilizando la respiración profunda y la progresiva, de modo que cada vez que se experimente estrés, donde y cuando sea, se pueda relajar la tensión. El primer paso es elaborar una lista personal de situaciones de estrés y ordenarla verticalmente desde los extremos menos estresores hasta los más estresores.
Ejercicio para controlar los pensamientos
Es bueno cambiar los pensamientos negativos por los positivos aquí algunos ejemplos de frases que se deben internalizar y repetir continuamente:
- No hay motivo para preocuparse
- Me siento perfectamente
- Ya lo resolví con éxito en otra ocasión
- ¿Qué debo hacer exactamente?
- Sé que puedo hacer cada una de estas tareas
- Es más fácil cuando has empezado
- Mañana ya habré terminado
- No dejaré lugar para pensamientos negativos
Frases para confrontar la situación del estrés:
- Voy a mantener el control
- Lo tomaré con calma, sin prisas
- Puedo hacerlo, lo estoy haciendo
- Puedo conseguir ayuda si la necesito
- Si no pienso en el miedo no, lo tendré
- Si estoy tenso, respiraré profundo y me relajaré
- Me concentraré en la tarea
- He sobrevivido a esto y otras cosas peores anteriormente
- Puedo disminuir la ansiedad relajándome.
Reforzamiento del Éxito:
- ¡Lo conseguí!
- Lo hice perfectamente
- La próxima vez no tendré que preocuparme tanto
Cuida tu corazón y si te sientes muy estresado y tienes síntomas de ansiedad que afectan tu corazón busca ayuda de un profesional de salud mental. El bienestar integral se puede lograr con disciplina y perseverancia.
*Autora: María Isabel Parada. Doctora en Psicología de la salud. Profesora titular Facultad de Medicina UCV. Fundadora de la ONG Psicólogos Sin Fronteras Venezuela. Miembro del equipo de Psicología del International Digital Health Alliance.
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Bibliografía recomendada
- Parada, MI (2010) Programa de Intervención Psicológica para el tratamiento de Insomnio a los pacientes con indicación de rehabilitación cardiaca. Tesis Doctoral de Psicología de la Salud, presentada en la Facultad de Medicina. Universidad Central de Venezuela.
- Friedman & Rosenman, (1988) A predictive Study of Coronary Heart Disease. JAMA. USA
- Polit, D. & Hungler, B. (1997) Investigación Científica en Ciencias de la Salud. (5ta edic) Mc Graw Hill. Interamericana. México.
- Sánchez B., Ennio (2023) El Método del Super Viviente. Rediseñando tu vida después de un Infarto. Edit. El Hombre de la Mancha. Panamá.
- Vethencourt, José (1977) Ensayo: “Lo Psicológico en la Enfermedad”. Edit. Disilimed, Caracas, Venezuela.
- Maroto, José M. (209) Rehabilitación Cardiaca. Sociedad Española de Cardiología.